Esta mañana, en un ciclo-paseo por el litoral malagueño.
¡La he vuelto a ver!, a nuestra estrella de los arenales.
Pancratium maritimun, nuestra inconfundible Azucena marítima, Azucena de la Virgen, Lirio de mar, Narciso de mar,....
Cuando todas las flores están marchitas, ella florece.
No existe otra planta en nuestro litoral con la que se pueda confundir dado sus caracteres tan especiales y su floración tan espectacular con ese blanco puro, su forma acampanada adaptada para recoger las gotas de Rocio que la mantendrán hidratada en tan duro y seco hábitat de los arenales y dunas de nuestro litoral.
Las flores desprenden un ligero y seductor perfúme con la finalidad de atraer a la mariposa nocturna que se encarga de polinizarla, la Agrius convolvulis una bonita esfinge nocturnida.
Es sorprendente la adaptación de estas grandes flores blancas que en pleno mes de agosto, sobre la arena caliente de las playas, abren durante la tarde y durante un sólo día.
Es un verdadero placer deleitarse con esta planta que está incluida en la Lista Roja de la Flora Vascular de Andalucía, por la pérdida de su espacio vital de las tan castigadas playas malagueñas con las construcciones y la masificación turística.
La desaparición de ésta maravilla botánica malagueña, arrastraría a la extinción en nuestras playas también de su polinizador y el de otra mariposa nocturna, que utiliza a esta planta como nutricia de sus larvas, la Brithys crini.