El título nos suena a chino, y por su origen aún más, ya que proviene del Asia Tropical. Pero si lo llamamos por el nombre común que tiene, seguro que hemos oido hablar en alguna ocación de el. Nos referimos nada más y nada menos que al "Picudo rojo".
Esta especie de coleóptero curculionoideo de la familia Dryophthoridae, se ha materializado en una preocupante plaga que afecta principalmente a dos especies de nuestras palmeras: Phoenix canariensis y Phoenix dactylífera. Pero que la lista de especies vulnerables a este escarabajo es bastante extensa debido a que el grupo vegetal al que pertenecen todas las palmeras también incluyen otras plantas como:Yuca, Pandanos, Pitas, Dragos, Aves del paraiso gigante,...etc.
Vamos a conocer un poco más a este personaje que nos trae de cabeza a todos. Fué introducido en España en el año 1996 en una partida de palmeras procedentes de Egipto a donde habían llegado desde su pais de origen en Asia. Un claro ejemplo de ineficacia de nuestro sistema de protección de especies invasoras.
El tamaño de los individuos adultos suele ir de 2 a 5cm. y su vida media ronda entre los 45 a 90 días según las condiciones ambientales. La cabeza termina en una prolongación en forma de pico (de ahí su nombre), de color rojo y con lunares oscuros en el torax. No vuela mucho pero el radio de infectación potencial es de unos 5 km.
Su actividad es principalmente diurna y pueden producir hasta cuatro generaciones en un año completando su siclo biológico dentro de la misma palmera sin necesidad de cambiar hasta su total destrucción. Los huevos los deposita la hembra en el cogollo del que empiezan a alimentarse las larvas hasta que pasan al estado de pupa y luego a la forma adulta.
El peso de esta plaga lo está soportando sobre todo la palmera canaria (Phoenix canariensis) pero lamentablemente se conocen ataques a la Phoenix dactilífera, algunas guachintonias, quencias e incluso aves del paraiso y cañas de azúcar.
Estamos ante una alarmante situación por la gravedad del asunto, que pone en peligro nuestro patrimonio vegetal y paisajistico. Por eso es tarea de todos el luchar contra esta amenaza, avisando de la existencia de individuos afectados a nivel particular al Ayuntamiento para activar el protocolo de actuación y los tratamientos fitosanitarios.
Si se coge a tiempo podemos salvar a la palmera: Mediante la limpieza del cogollo dejando la mayor cantidad de hojas verdes, aplicando fungicida y hormonas del crecimiento. Tratamiento foliar con Imidacloprid cada 45 días y endoterapias inyectando al tronco con Imidacloprid y Abamectina cada 45 días.
En el caso de no poder tratar a la palmera por su avanzado estado de infectación, se procede a su eliminación para evitar la propagación, mediante la eliminación de las hojas, el corte de la corona y estípite (tronco), liar en plástico la cabeza de la palmera, limpieza de la zona con tratamientos fitosanitarios y transporte de los restos para su posterior eliminación o enterramiento en zonas autorizadas.
Espero que entre todos podamos vencer al picudo, ayudando a detectar individuos infectados de casas particulares para su posterior tratamiento evitando la propagación.
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